Querida ama de casa:
Te escribo para decirte que agradezco y reconozco tu labor como directora de tu orquesta. Sí, de esa orquesta a la que llamas hogar, y que día a día le dedicas con pasión el tiempo y el esfuerzo necesarios para que en él haya armonía haciendo un ensamble perfecto de los distintos tonos y emociones, enfatizando cada staccato y aprovechando cada bemol.
El ser ama de casa es todo un arte que no cualquiera tiene la capacidad de compaginar con sus estudios, su oficio o profesión… Y además, por si fuera poco el malabarismo que haces para coordinar todas las tareas, aún tienes ánimo para bailar y cantar mientras vas supervisando cada habitación. Eres fuerte, y admirable, eres hábil e inteligente. ¡Eres una bendición!
Tú eres el motor.
Independientemente de a qué generación pertenezcas, tu presencia siempre es evidente en cada espacio, en cada rincón, en cada detalle en el que vas dejando plasmado el amor que emana de tu corazón.
Aún si en casa nadie dice nada acerca de tu buen trabajo, porque todos dan por hecho que el ambiente que tú creas es tan cotidiano como que cada día salga el sol, yo diría que bien mereces de pié un aplauso, pues sé bien que haces magia, que eres capaz de transformar una cueva en un palacio, y que hay ocasiones en que tienes que hacer milagros para que en tu hogar se conserve un relajado ambiente de respeto, paz y amor.
Quizá eres una mujer joven, moderna o con marcadas rebeldías políticas y sociales que te han dado el valor de levantar la voz, o posiblemente eres una mujer ya entrando en la etapa más madura y también reclamas tus derechos aunque haya sido distinta tu formación… La edad o tu ideología no hacen diferencia, tampoco tu profesión, pues cuando se trata de tomar la batuta para dirigir la marcha correcta de tu hogar, eres tan grande y poderosa que logras que todo funcione a la perfección.
Querida ama de casa, cuándo sientas que nadie valora tu esfuerzo y dedicación, no renuncies, no bajes los brazos… El universo te necesita para rescatarnos como humanos y hacer de éste, un mundo mejor.
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