En este año, muchas personas perdieron sus empleos o vieron reducidos sus ingresos y tomaron la decisión de incursionar en el campo de las ventas directas, ventas por catálogo y redes de mercadeo
Algunos tomaron esta opción como algo adicional y otros lo tomaron a tiempo completo. Muchos lo están haciendo por primera vez en sus vidas con la equivocada esperanza de tener de manera casi inmediata los beneficios que les ofrecieron al hacerles la presentación del plan de negocios.
Estos programas de venta y redes de mercadeo son reales y el plan de beneficios también lo es. Apesar de la mala reputación que algunas personas le han creado al modificar, de manera equivocada, las bases, los principios, la visión y misión de estos sistemas.
Preparación, constancia y estrategia.
Todos somos vendedores, independientemente de nuestra ocupación. Social y profesionalmente siempre estamos vendiendo nuestros tiempos, nuestros dones y talentos, nuestros conocimientos, nuestros servicios y productos. Al solicitar un empleo o presentar un proyecto, al preparar un platillo en casa, al ser candidato al mejor vecino de la colonia… Estamos promocionando las virtudes para mostrar y demostrar que, lo que ofrecemos, es la mejor opción.
En las ventas, sobretodo en el tipo de venta directa o formación de redes de mercadeo, te vas a topar con innumerables “no, gracias”, lo que desanima a muchos que se inician en este ámbito laboral. Hay personas que renuncian al proyecto en cuanto reciben los primeros “no”, otros lo dejan sin saber que estaban a un paso de alcanzar el objetivo… Varios más inician, pero nunca lo empiezan a trabajar.
Ser vendedor o representante de alguna línea de productos o servicios, requiere preparación. Es necesario que tengas un buen nivel de conocimientos actualizados de lo que estás ofreciendo y que confíes en tus argumentos. Debes conocer lo que la competencia ofrece, no para hacer comparaciones y menos aún mencionarlas a tus clientes y prospectos, sino que para tener un punto de referencia acerca de las fortalezas y debilidades de lo que estás ofreciendo y poder preparar una presentación adecuada y convincente.
También es importante conocer a tu cliente o prospecto. Conoce sus necesidades físicas y emocionales. Ten siempre presente que tu labor es aportar beneficios y soluciones a la vida de los demás. Un cliente satisfecho es un cliente fiel y sus recomendaciones serán tu mejor campaña publicitaria.
En muchas ocasiones, un “no”, es en realidad un “requiero más información”. Debes estar preparado para proporcionarla sin improvisaciones riesgosas o falsedades. Además, es importantísimo saber cuál es la información que están necesitando para interesarse en tu ofrecimiento. Tener una ficha técnica que has memorizado de manera casi robótica, no es suficiente.
Pongamos como ejemplo que lo que vendes son tratamientos para hidratar la piel. Habrá personas que lo compren porque tienen la piel áspera… otras porque sienten el alma seca y necesitan hidratar su autoestima. Tu producto es el mismo, lo que cambia es el beneficio que aportará a cada persona. Esto es particularmente importante en el campo de las ventas directas.
El “AS” de la baraja.
Juguemos a las cartas. Tomamos las trece cartas de corazones e iremos volteando una a una hasta encontrar en “as”. Cada vez que la carta en turno no es la que estamos buscando (el “as”), las probabilidades de que la siguiente sí lo sea, son mayores.
En las ventas directas y redes de mercadeo pasa algo similar. Cada vez que alguien te dice “no” estás más cerca de recibir un rotundo “sí”. No renuncies demasiado pronto, juega todas tus cartas, explora todas las opciones. Planea tu trabajo y trabaja tu plan.
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