En los días recientes pasados, algunas amistades han perdido, por diversas causas, a familiares cercanos. Me ha tocado ver el dolor que sienten al despedirlos y, peor aún, al no poder despedirlos por la situación que hoy vivimos.
Sentí que el corazón se me estrujaba al leer las palabras de un compañero de proyecto, en donde pude percibir que su alma estaba hecha pequeños fragmentos y que difícilmente se podrá reconstruir porque tal parece que ahora se siente incompleto.
También, escuchar a mi amiga con las palabras ahogadas en la garganta, sollozando, aún sin entender, la incertidumbre, la tristeza… Ella tan fuerte, jamás pensé verla con tanto dolor a flor de piel.
Cuando llega el frío al corazón.
Diciembre es un mes en que aflora la melancolía, el perdón o el resentimiento, el dolor, el arrepentimiento, pero también el deseo de hacer propósitos para ser, hacer o tener algo mejor.
El tener menos horas de luz al día, influye en nuestros estados de ánimo y eso provoca que la gente pierda más fácil el entusiasmo, a algunos, incluso se les activa la depresión y eso es realmente delicado. Tenemos que poner atención, principalmente a las emociones que se están creando en nuestro interior.
Hay momentos en que el corazón siente frío y duele, duele mucho. Cuando las tradicionales cenas de Navidad y año nuevo ya no son tan mágicas como cuando fuimos niños. Cuando por las circunstancias sociales, económicas, políticas o la salud del planeta, ya no podemos reunirnos y tenemos que abrazarnos a través de una pantalla o de una llamada para poder al menos escuchar la voz de las personas que son importantes para nosotros y nosotros para ellos… Cuando la mesa no vuelve a estar completa porque quedaron sillas vacías que nos evocan dolor… Frío en el alma, frío en el corazón.
Tiempo bien invertido.
Puedes tener más riqueza financiera, más dinero del que hoy tienes… Pero no tendrás más tiempo. Así que quizá esté sea un buen momento para reorganizar tu agenda y poner entre tus prioridades un tiempo específico para dedicarlo exclusivamente a disfrutarlo con tus personas favoritas. A veces la vida tiene otros planes… Evita que sea el arrepentimiento el que te reclame por no haber dicho un “te quiero” cuando aún había tiempo… Es difícil saber con anticipación cuándo será demasiado tarde.
Y recuerda siempre amar, cuidar y respetar con devoción, y sin pretextos, a la persona más importante de tu mundo… A esa persona que cada mañana se refleja y espera tu sonrisa en el espejo. Dedícate a ti el mejor de los tiempos.
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